TIEMPO DE REGALOS

Ahora. Un pequeño paso, ahora.
Esto de ahora, incluso el miedo de ahora.
Un pequeño paso en la dirección elegida, decidida.
Un pensamiento de paz, ahora.
Todo está bien.
Así debe ser ahora.
Y así conviene que sea ¿por qué no?
Nada que demostrar.
A nadie.
Todo es bien recibido.
Una sonrisa.
Una mujer bella.
Un aroma de azahar por la calle.
Me permito hacer el vacío en mi mente.
Nada. No haré nada.
Dejaré que llegue la angustia y pase de largo.
Porque nada me importa.
Todo está hecho ya.
Ahora recibo. Es mi momento de recibir.
Recibo lo que tengas para darme.
No te pido nada más que lo que tengas para mí.
Y por pequeño que sea, tu don es un tesoro.
Lo atesoro. Tu saludo en la calle. Tu mensaje en Internet.
Tu llamada telefónica...Estás ahí. Estás ahí, un poco.
No como quisiera, pero un poco sí.
Te llamaré cualquier día para quedar.
Tomar un café y volver juntos del trabajo.
Es tiempo de recibir.
Tiempo de abrirme a los regalos.
Ahora, es lo único que existe.
Es el tiempo de los milagros.
El tiempo de Dios metiéndose en mi vida,
amandome, estrechándome en un gran abrazo de amor.
Dándome todo esto, contigo, con vosotros.