ENCUENTRO EN GREEN DOLPHIN STREET

Un día de 1965 coincidieron en Hamburgo, en una sesión para la televisión. En el 68 murió Wes, de un ataque al corazón. Tenía 45 años. Matial Solal vive aún. Es un señor grueso y calvo, pero sigue conmoviéndose al interpretar su música. Wes fue el mejor y al morir joven se convirtió en una leyenda. Dos destinos distintos unidos en un momento único. Ese cruce de caminos que, en las imágenes, tuvo la magia de la facilidad y la alegría.

Cualquier día podemos encontrar en la calle del Delfín Verde a una persona muy especial. La naturaleza inestable de nuestras vidas hace de cada encuentro una oportunidad única. Algo físicamente irrepetible. Porque no sabemos cuándo volveremos a encontrarnos. Y porque ya no seremos los mismos cuando de nuevo nos encontremos. Entonces, se trata de divertirse, de aprovechar el encuentro juntos, de degustar aquello que lo hace tan especial. Se trata de hacer buena música juntos, con facilidad y alegría, escuchando cada uno la melodía del otro, disfrutando de su arte. Se trata de reirnos de lo efímero del placer, para gozar de él ahora al máximo. Aprovechar la oportunidad de cada encuentro, añadiendo placer y música. Carpe diem.