jueves, 2 de febrero de 2012

DESGANA

La página en blanco. La vida en blanco. Ponerse a escribir sin plan, sin saber qué contar, sin ganas de contar nada, sin memoria, solo escribir, mientras suena James Brown. Quisiera estar en cualquier parte. Pero sigo aquí. No tengo nada que contar. Me arrastra el gesto de escribir. Pero no encuentro nada que me interese. Cero. Quizás ahora, de aquí en adelante, dejará de haber tantas palabras en mi vida. A lo mejor tenía que decir tantas cosas que no eran en realidad nada. Un adorno, un floripondio de palabras. Y estoy en cero. Solo quiero estar sentado, los pies en alto, sin hacer nada. Estamos en guerra, decía alguien, nosotros que no habíamos vivido una guerra. Pero hay una guerra ahí fuera. Una guerra económica. Nunca me importó la escasez. No necesité nada. Pude vivir sin nada. Pero ahora me ha venido una desgana de vivir. Estoy rodeado de libros, pero no quiero leer. Y de películas, pero no me apetece ver ninguna. Solo escribir cosas sin sentido, sin valor. Escribir que han pasado los años de la pasión. Ya no tengo más historias que contarme, mis últimos cuadernos no tienen sentido del humor. Relleno páginas y páginas que no leeré. Ya no flipo con mis propios escritos, con mis clases. Todo esto pasó, de alguna forma. Pero si era puro narcisismo, es mejor. Es que el ego va muriendo al fin. La hiperactividad deja paso al hastío, pajarraco de mis horas. Me libero de todo a lo que me he ido atando y empiezo en este cero absoluto, sin obligaciones. Renuncio a la intensidad. Me permito la página en blanco, no me asusta. Tampoco la vida en blanco, ya la iremos llenando. Pero de verdad, no de ideas. Basta de ideas, basta de retórica. La vida no son palabras. Son gestos, como yo ahora aquí, tumbado, los pies en alto y vacío.

4 comentarios:

  1. Solamente sobre lo vacío se puede construir algo. Estoy segura de que es una especie de gestación, ese necesario detenerse, y me gusta cómo lo has contado. No sé en qué, ni por qué, pero me has recordado a Salinger. Escribió páginas maravillosas tras y sobre la guerra.

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  2. Vacío, perplejidad. Escritura y vida, Isabel.

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  3. Otra Isabel que te da las gracias por pasar por su blog y te dice que te tomes tu tiempo.
    Yo distingo dos clases de desgana: la nuestra que parte de la cotidianidad del vivir y la de fuera ante lo que hay, yo, en este ahora tuyo tan acertado, me encuentro en la segunda.

    Saludos

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  4. Isabel, qué cansino es a veces todo y otras qué maravillosamente nuevo...ir y venir, con visitas que nos sorprenden y presencias inesperadas. Gracias por venir.

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