viernes, 23 de diciembre de 2011

INTELIGENTES Y VAGOS

Los inteligentes y vagos sirven para mandar. No me refiero a Rajoy. Es en general. Los inteligentes y vagos dejan hacer. No hay nada peor para una oficina que un jefe hiperactivo. Acaban todos de los nervios (el primero el propio jefe). El jefe debe ser transparente (debe parecerse a una tenue presencia hipotética). Dejar hacer es hacer no haciendo, en la mejor tradición del Tao. Dejar hacer y también permitir no hacer, porque solo se hace entre huecos de inacción. Y no haciendo se hace. Por eso, los inteligentes y vagos sirven para mandar.

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